La gripe aviar se extiende por el mundo

La cepa que circula actualmente es el H5N1 y requiere un mayor monitoreo que permitiría comprender la escala total de sus impactos, así como dónde y cómo se está propagando, según alerta BirdLife International en este reporte, que además brinda recomendaciones para la prevención del virus que se transmite con facilidad entre aves, pasando excepcionalmente de ave a humano, y que actualmente ya se ha instalado en Sudamérica.

Las aves silvestres sirven de alarma para establecer mayores medidas de seguridad en un sitio, puesto que desafortunadamente, una vez que el virus comienza a circular entre las poblaciones de aves silvestres, se vuelve extremadamente difícil controlar su impacto y requiere esfuerzos coordinados a gran escala. A la luz de esta ola sin precedentes, se debe intensificar drásticamente el nivel de monitoreo de la enfermedad.

Por ello se pide a la población que denuncie los sitios donde observan mortandad masiva de bandadas de aves, en especial de aves acuáticas como patos, mbigua, garzas. Así mismo no se recomienda manipular las mismas, sino alejarse de esos sitios, así como mantener a perros y gatos lejos de dichos lugares.

Los casos en humanos son puntuales y, cuando han ocurrido, no se han diseminado fácilmente de persona a persona. Sin embargo, el riesgo de establecer una transmisión sostenida entre personas existe, y finalmente podría desencadenar en un brote o hasta en una pandemia, lo advierte la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Según reportes, el 9 de febrero, una niña de nueve años de una aldea de Bolívar (Ecuador), ingresada en la UCI tras estar en contacto con gallinas, se convirtió en el primer caso humano de gripe aviar altamente patógena en América Latina.

Las personas en riesgo son aquellas expuestas a aves infectadas (domésticas, silvestres o en cautiverio), como los tenedores de aves y el personal involucrado en el control de los brotes. Los trabajadores de salud corren también riesgo de infección si no se observan medidas de prevención y control adecuadas. La OPS recomienda el uso de equipo de protección personal y otras medidas de higiene y saneamiento.

La gripe aviar apareció por primera vez en 1996 en granjas de gansos domésticos en el este de Asia, la enfermedad se propagó rápidamente en las granjas avícolas. Desde entonces, ha habido múltiples brotes en poblaciones de aves silvestres en Asia, particularmente entre patos, gansos y cisnes, que ocasionalmente se han extendido a Europa cuando estas especies migran. Sin embargo, a diferencia de las cepas anteriores de H5NI, no todas las aves infectadas mueren a causa de la enfermedad y algunas especies parecen verse más afectadas que otras. También ha habido algunos informes de aves infectadas que no muestran signos de enfermedad.

A nivel global se han registrado más de 400.000 aves muertas que no son aves de corral (es decir aves silvestres) durante el último año. En los Estados Unidos 37 millones de pollos fueron sacrificados, y muchos países europeos también sacrificaron aves de corral y aves silvestres domesticadas en cantidades sin precedentes. Existe un espectro amplio y creciente de especies que han dado positivo en los últimos dos años, especialmente saltando de una especie a otra. Esto es particularmente alarmante y exige medidas de rápida acción ante la letalidad que tiene esta cepa en las aves de corral, y de la importancia alimenticia que tienen estas como la fuente de proteína más barata.

“Las autoridades deben estar listas para desplegar la capacidad suficiente, incluidas personas capacitadas, equipo de protección y de bioseguridad para retirar del medio ambiente de la manera más rápida y segura posible los cadáveres de aves que han muerto a causa de la gripe aviar. Puesto que el virus permanece activo durante semanas o incluso meses, si no se retiran los cadáveres, se corre el riesgo de que la enfermedad se propague a otras aves en las colonias de reproducción o a las especies carroñeras”, menciona Van den Bossche.

A corto plazo, es vital que se mantengan estrictas medidas de bioseguridad y que el potencial de contacto entre las poblaciones de aves silvestres y domesticadas sea limitado. Esto puede incluir trasladar las aves de corral al interior, como se ha hecho en el Reino Unido este invierno, así como, a más largo plazo, asegurarse de que las granjas estén ubicadas lejos de los humedales y los sitios clave de escala migratoria donde se congregan grandes cantidades de aves.

Desde Guyra Paraguay y como miembros de BirdLife International instamos a la ciudadanía a estar atentos y denunciar mortandad de aves. Estamos trabajando junto a las instancias del gobierno para establecer sistemas de monitoreo para rastrear la gripe aviar. RECUERDE: cualquier bandada o grupo de aves muertas que observe, no toque los cadáveres y denuncie en nuestras redes sociales y al teléfono 0981 229097.

Recomendaciones:

  1. Reducir la densidad de las granjas; o al menos establecer sistemas de vigilancia sanitaria de 24 h.
  2. Estricta bioseguridad: heces, plumas, huevos, botas y ropas;
  3. Eliminar la posibilidad de contacto con aves silvestres (mantener las aves dentro de galpones);
  4. Ubicar las granjas lejos de concentraciones de aves, en especial aves acuáticas.

Reducir la intensidad de las granjas avícolas reduciría significativamente la propagación de enfermedades, ya que miles de aves apiñadas brindan la oportunidad perfecta para que la gripe se extienda. La gripe aviar se puede propagar a través de las heces y las plumas de las aves, así como de las botas y la ropa de las personas, por lo que también son esenciales medidas estrictas de bioseguridad. De igual manera, reducir o eliminar el contacto entre poblaciones domesticadas y salvajes también es importante para limitar la propagación del virus. A más largo plazo, asegurarse de que las granjas estén ubicadas lejos de áreas donde se congregan grandes cantidades de aves, como humedales y otros sitios migratorios importantes.

 

Fuente: BirdLife International

 

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