El Phorusrhacos longissimus y las aves del terror

En este caso no hablamos de aves de películas sino 100% reales. Actualmente extintas, pero una vez compitiendo como los mayores depredadores del paisaje de sabana, las aves del terror fueron feroces depredadores de la megafauna extinta de esta región. Fueron aves corredoras de la familia Phorusrhacidae que podían llegar a los 3 m de altura y más de 150 kg de peso.

Estas formidables aves tenían una apariencia agresiva, con un enorme y fuerte pico y patas. De costumbres carroñeras y depredador ocasional, se alimentaba principalmente de pequeños mamíferos. Según evidencias paleontológicas no llegó a convivir con seres humanos pues se extinguieron hace 1,8 millones de años.

El Phorusrhacos longissimus habitaba la pampa y la Patagonia en Sudamérica. Alcanzaba los 2,5 m de altura y 130 kg de peso. Se alimentaba de pequeños y medianos mamíferos, y tenían la capacidad de cazar, usando sus fuertes patas con golpes, y su pico, golpeando a la presa por el suelo, de un lado al otro, hasta matarlo.

Irónicamente, las especies vivas emparentadas con estas magníficas y terroríficas aves de apariencia feroz, son las pequeñas y hasta tiernas Sarías o Cariamas. La familia Cariamidae, con dos especies: Cariama cristata, la grande y Chunga burmeisteri, la chaqueña. Son aves corredoras depredadoras de pequeños animales. Llegan hasta unos 90 cm y un peso de 1,3 kg, unas 100 veces menos que sus familiares extintos.

Película recomendada: 10.000 A.C., lectura recomendada: “El mundo perdido” de Sir Arhur C. Doyle, música recomendada: Ladysmith Black Mambazo, grandes éxitos.   

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