Búhos y Lechuzas
Estas aves rapaces nocturnas comprenden a varias especies del orden de los Strigiformes, y a pesar de que usualmente se usan como sinónimos, en el mundo hispano se suele diferenciar a los Strígidos como búhos y a los Titónidos como lechuzas, con excepciones. Como muchos animales asociados a la noche, pesan sobre ellos fuertes creencias agoreras, o de mal agüero, que las asocian a contextos positivos como la sabiduría o negativos como la hechicería y la muerte. Estas creencias agoreras y místicas son muy antiguas. Los griegos por ejemplo atribuían las lechuzas a la diosa Atenea, y representaba a la sabiduría y la adivinación. Incluso se utilizaba silueta de lechuzas en las monedas, por lo que también se la asociaba a la riqueza.
Entre los búhos más famosos del cine y la literatura podemos encontrar a Hedwig, el búho mensajero de Harry Potter con su plumaje blanco característico. Esta especie se denomina búho nival (Bubo scandiacus), y habita la tundra nórdica, es decir el área del círculo polar ártico en Norteamérica, Europa y Asia. Es una de las excepciones, pues no tiene orejas, y por ello muchas veces llamada como “Lechuza”.
Las lechuzas son mayormente asociadas al mal agüero, a animales cuya presencia o canto significa la muerte o un mal presagio. También, desde el antiguo Egipto ya se presentaba a la lechuza asociada a la muerte. Lo mismo en la cultura americana, entre los Aztecas, donde el canto de la misma presagiaba la muerte. Incluso en muchas culturas se cree que son brujas disfrazadas.
Las diferencias entre ambos son notorias. Los búhos generalmente son grandes, más oscuros, ojos redondos y grandes, cabeza con plumas en forma de orejas, patas totalmente emplumadas y vocalizaciones que ululan. Aquí encontramos al mayor y al menor de los búhos del país: el Ñakuturu y al kavure’i. Este último se asocia a la suerte en el amor.
Las lechuzas son generalmente más pequeñas, de cara acorazonada y sin falsas orejas, ojos pequeños, patas desnudas y vocalizan con agudos chillidos. Una de las especies de lechuza, la de campanario, se distribuye por todo el mundo. Otra representante nacional es la lechucita de las vizcacheras que abunda en las sabanas herbáceas.
Los búhos y lechuzas son animales que evolucionaron para convertirse en perfectos depredadores nocturnos. Su sistema auditivo es complejo, incluyendo a las plumas de su cara que forma una antena parabólica y permite ubicar a su presa en 3D en total oscuridad. Las plumas de sus alas cuentan con ganchillos especiales que rompen la turbulencia del aire y eso les permite volar sin hacer ningún ruido. Son grandes controladores de pequeños roedores.
Película recomendada: Ga’hoole. la leyenda de los guardianes, lectura recomendada: poema “El búho y el ruiseñor” de Nicolás de Guildford, música recomendada: Charlie Parker, Jam Sessions.