28 organizaciones alertan sobre la tragedia de los incendios en el Pantanal

Mientras gobiernos y sociedad civil se unen globalmente en protestas e iniciativas contra el avance de la deforestación y los incendios en la Amazonia, otra emergencia ambiental de grandes proporciones están en curso y amenaza el más grande humedal del planeta.

En este año, el avance descontrolado del fuego sobre el Pantanal ha alcanzado niveles críticos en sus más de 150 mil km² de extensión.

En territorio boliviano, fueron afectados más 825 mil hectáreas. De agosto hasta septiembre, más de 175 mil hectáreas fueron destrozados por las pelas llamas en áreas preservadas del Paraguay.

Entre enero y agosto de 2019, alrededor de 647.200 hectáreas del Pantanal brasileño fueron afectados por incendios, con un aumento del 455% en comparación con el año anterior; 126% en comparación con el promedio de los últimos 3 años y 96% cuando comparado al promedio de los últimos 10 años (INPE, 2019).

Para lograr un mayor impacto y dar visibilidad a la situación de los incendios, las organizaciones de los tres países (Brasil, Bolivia y Paraguay) firmaron este jueves 19 de Septiembre una carta exigiendo la unión de esfuerzos y medidas efectivas para proteger el Pantanal.

Esta iniciativa fue hecha por el Observatorio Pantanal, una red internacional que reúne ONGs, movimientos sociales y instituciones de investigación de los tres países.

“(…) las acciones y desarrollos humanos han aumentado la intensidad y la frecuencia de los incendios y sus impactos adversos, culminando en incendios incontrolados que ponen en peligro las áreas prioritarias para la conservación, así como la capacidad de resiliencia ecológica del Pantanal”, alertan las organizaciones en el documento.

El documento es resultado de la Asamblea Anual del Observatorio Pantanal, que ha reunido 33 entidades en los días 27, 28 e 29 de agosto, en Campo Grande (MS).

En las tres páginas de la llamada “Declaración de Campo Grande”, el escenario actual en el bioma fue descrito como una “tragedia socioambiental de gigantescas proporciones para la naturaleza y para las personas”.

” Solamente con la unión de esfuerzos de los gobiernos, con la sociedad civil y organizaciones privadas, el problema de los incendios podrá ser minimizado y la manutención de esta importante región y de toda vida existente en esta área podrá ser garantizada”, firmaran lo miembros en esta carta.

Entre las acciones sugeridas al poder público, están la retomada de los compromisos firmados en 2018 por los ministerios del Medio Ambiente de los tres países durante el Foro Mundial del Agua, que fue realizado en Brasilia.

En esta ocasión, los gobiernos han concordado en promover 32 medidas conjuntas que incluían el controle de la polución e la inversión en investigación.

La carta conjunta también menciona la necesidad de más capacidad y estructura logística para los órganos encargados de acciones de prevención y combate a incendios forestales.

Sobre las entidades no-gubernamentales que actúan en la región, el pedido es que se aumenten los esfuerzos para la coleta y diseminación de información a respecto de la vulnerabilidad y amenazas del bioma.

En acuerdo con el texto, es necesario que las organizaciones consigan realizar ” Organizar intercambios de aprendizaje, capacitaciones, apoyar la innovación en la gestión conjunta y alentar la adopción de modelos de recuperación ambiental y prevención de incendios a largo plazo”.

Por fin, la carta recuerda que las temporadas de fuego son un fenómeno cíclico, o sea, que el planeamiento y la adopción de medidas preventivas para la sequía de 2020 no solamente pueden como necesitan empezar inmediatamente.

” Los problemas con incendios ocurren todos los años en esta misma época. Por eso los esfuerzos para prevención para la seca del próximo año deben empezar ahora mismo y es muy importante incluir acciones de educación ambiental y entrenamientos de brigadas de incendios en la planificación de los presupuestos de los gobiernos, este año”.

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